El riesgo de inundaciones "catastróficas" permanece elevado el sábado por el paso de la tormenta tropical Florence, que se ha cobrado la vida de varias personas en la costa atlántica de Estados Unidos y avanza lentamente con fuertes precipitaciones.

El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, confirmó este sábado la muerte de cinco personas relacionadas con Florence, y dijo que "varias más" están bajo investigación.

Entre los muertos hay una mujer y su bebé, que fallecieron el viernes al caer un árbol sobre su casa en Carolina del Norte, uno de los estados más golpeados por la tormenta junto a Carolina del Sur.

Florence todavía "descarga cantidades épicas" de lluvia, aunque ha perdido fuerza, dijo Cooper, quien desalentó a aquellos que intentaban regresar a sus hogares el sábado.

Además, el gobernador advirtió a la población de que los ríos en el interior del estado pronto se desbordarían debido a la lluvia.

La Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) movilizó a 1.200 personas para las operaciones de búsqueda y rescate. El Ejército de Estados Unidos y voluntarios de todo el país, como la "Cajun Navy" de Luisiana, también ayudan en las tareas.

Las ráfagas de viento causaron daños severos, arrancando árboles y postes de luz. Más de 800.000 hogares no tenían electricidad el sábado por la mañana, según los Servicios de Administración de Emergencias de Carolina del Norte.

- Lento avance -
Florence golpeó la costa este de Estados Unidos el viernes como un huracán categoría 1 pero desde entonces se ha debilitado a tormenta tropical.

El sábado avanzaba a 6 km/h hacia el interior, con vientos sostenidos de 75 km/h, en la frontera de Carolina del Norte y Carolina del Sur, cerca de la costa este de Estados Unidos, según el boletín de las 14H00 (18H00 GMT), difundido por el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Se espera que se convierta en una "depresión tropical" antes del domingo.

Los meteorólogos prevén que en Carolina del Norte la acumulación de agua de las lluvias alcancen los 25 cm tierras adentro, y un metro en algunas áreas costeras.

Según Steve Goldstein, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), algunas áreas ya recibieron unos 60 centímetros de lluvia y podrían esperar medio metro más.

A pesar de que "Florence se debilita lentamente a medida que entra en el este de Carolina del Sur", según el NHC, se esperaba que las precipitaciones continuaran "causando inundaciones catastróficas y grandes, y prolongadas inundaciones en los ríos".

Además, el NHC no descartó tornados: "Algunos tornados son posibles en el sureste de Carolina del Norte y el noreste de Carolina del Sur".

A pesar de que la velocidad del viento se redujo de manera abrupta la mañana del sábado en la ciudad portuaria de Wilmington, en Carolina del Norte, la lluvia caída durante toda la noche anegó la región, según un periodista de la AFP.

- "Tenga cuidado" -
Algunas carreteras principales estaban despejadas de los árboles y ramas caídas por el paso Florence el día anterior, pero el aumento de las aguas aún era una amenaza para la zona.

Desde la autopista 40, una ruta usada al principio de semana por la población para abandonar la región ante la amenaza de la tormenta, se podía ver un paisaje pantanoso entre los árboles que la bordean.

Parte de la ciudad de New Bern, de cerca de 30.000 habitantes, ha estado inundada desde el viernes, lo que provocó que cientos de residentes se quedaran atrapados. Esa ciudad turística se encuentra en la confluencia de los ríos Neuse y Trent, cerca de un estuario.

"Hay 4.200 viviendas dañadas, no todas inundadas", informó el sábado el alcalde de la ciudad, Dana Outlaw. "Hasta ahora hemos rescatado a más de 400 personas y cientos más están esperando ayuda", agregó en el canal de televisión CNN.

Las puertas de muchas casas sufrieron tanto daño por el viento que parecían haber sido pateadas, mientras que las características estatuas en forma de osos de la ciudad, que se exhiben frente a los comercios locales, estaban flotando por las calles.

Las autoridades también dieron lugar a una buena noticia, al informar que 16 ponis salvajes de la isla de Ocracoke, ubicada frente a la costa de Carolina del Norte, estaban a salvo.

El alcalde hizo un llamado a la ciudadanía a permanecer en sus casas el sábado por la mañana, cuando el sol apareció brevemente en el norte del estado.

"Si tiene que salir, entendemos que la gente tiene hambre y quiere comprar comida o repostar combustible, tenga mucho cuidado", recomendó Outlaw.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, visitará "a principios o mediados de la próxima semana" las áreas afectadas, según la Casa Blanca.